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Ciudad destacada: Žilina, Eslovaquia

Žilina es una ciudad del norte de Eslovaquia con una población aproximada de 81.000 habitantes.
El rico patrimonio cultural de la ciudad y su ubicación estratégica la convierten en un importante enlace entre Eslovaquia y sus países vecinos, Polonia y la República Checa.
La ciudad ha experimentado recientemente un aumento de los delitos de odio y las actividades extremistas dirigidas contra refugiados ucranianos y grupos minoritarios, como los romaníes y las comunidades LGBTI+ y judía.
Žilina colabora con la Red de Ciudades Fuertes desde octubre de 2022, cuando Ciudades Fuertes trazó un mapa del panorama de amenazas y las necesidades de prevención de la ciudad.
Representantes de Žilina han participado también en varios actos de Ciudades Fuertes, incluido un diálogo transatlántico en Bratislava en marzo de 2024, que ha ayudado a la ciudad a alinear sus esfuerzos de prevención con las buenas prácticas internacionales y a reforzar sus marcos locales para abordar el odio y el extremismo.

¿Qué preocupa al gobierno local?

Žilina se enfrenta a importantes desafíos con el odio dirigido hacia los refugiados ucranianos, alimentado por campañas de desinformación y narrativas conspirativas en las redes sociales. Los esfuerzos de la ciudad por integrar y proporcionar la atención necesaria a estos refugiados se han visto obstaculizados por falsas narrativas y por el odio propagado a través de las redes sociales, lo que ha exacerbado las tensiones locales. Otros objetivos clave del odio son los romaníes, la comunidad LGBTI+ y los residentes judíos de la ciudad. Últimamente, los funcionarios municipales están especialmente preocupados por el aumento de los niveles de antisemitismo.

Los funcionarios de Žilina también consideran que la presencia y las actividades de grupos extremistas y de hinchas de fútbol en la ciudad son una amenaza clave para la seguridad y la cohesión de la comunidad de la ciudad.

Igualmente importante es la preocupación por la falta de coordinación práctica entre las autoridades nacionales y locales, que obstaculiza la capacidad de la ciudad para abordar y mitigar eficazmente estas amenazas. El gobierno local reconoce la necesidad tanto de mejorar la cooperación nacional-local como de contar con el apoyo de socios internacionales para aumentar la resiliencia frente a estas amenazas y salvaguardar la cohesión social.

¿Cómo está respondiendo el gobierno local?

La ciudad de Žilina ha tomado varias medidas concretas para hacer frente a los retos que plantean el odio y el extremismo en la ciudad, entre ellas la creación de una red local de prevención con múltiples actores, formada por representantes de diversos sectores, como el gobierno municipal, la policía, las escuelas y las organizaciones de la sociedad civil. La red se centra en reforzar la cohesión social, la inclusión y la resistencia de la comunidad a la radicalización. Por ejemplo, ha puesto en marcha proyectos escolares que implican a alumnos y profesores en debates sobre tolerancia e inclusividad. Estos proyectos incluyen la concienciación sobre las repercusiones de la incitación al odio y el suministro de herramientas para que los profesores identifiquen y aborden los primeros signos de radicalización entre los alumnos.

La ciudad también trabaja activamente para apoyar la integración de la población gitana local y de otros grupos minoritarios en la comunidad en general, por ejemplo facilitándoles el acceso a la vivienda, la educación y otras ayudas administrativas. Hay dos centros comunitarios que dirigen gran parte de este trabajo, prestando servicios sociales a las comunidades marginadas y desfavorecidas en coordinación con los departamentos municipales, los trabajadores sociales, la policía local y la policía nacional.

Del mismo modo, la ciudad sigue apoyando las necesidades de integración a corto y largo plazo de los refugiados ucranianos que huyeron a Žilina. En colaboración con el CDHNU, la ciudad está ultimando los preparativos para poner en marcha el centro Faro de Žilina, que se ocupará de la asistencia sanitaria, la vivienda, los cursos de idiomas (avanzados) y las actividades comunitarias. Además, la fundación del gobierno local ayuda a financiar el Campamento de Žilina, una iniciativa de la sociedad civil que proporciona a los refugiados alimentos, ayuda humanitaria e información y asesoramiento en lengua ucraniana.

Además, Žilina, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil, organiza actos comunitarios, como festivales culturales (por ejemplo, Staromestské slávnosti y Žilinské kultúrne leto) que promueven el entendimiento y la integración entre distintos grupos étnicos y sociales. Estos actos pretenden generar confianza y fomentar interacciones positivas entre la población local y las comunidades minoritarias, incluidos los refugiados ucranianos. Al crear espacios para el diálogo y el aprendizaje mutuo, el gobierno local pretende mitigar los efectos de la desinformación sobre los distintos grupos étnicos y religiosos y la xenofobia que han exacerbado las redes sociales.

¿Y ahora qué?

De cara al futuro, el gobierno local de Žilina pretende mejorar su enfoque estratégico para abordar el extremismo y el odio centrándose en la capacitación de los profesionales municipales y desarrollando planes de acción integrales. Uno de los objetivos principales es establecer un modus operandi para la red de prevención local, que incluya una definición clara de las funciones y responsabilidades de cada miembro. Un componente clave a este respecto será identificar enfoques que refuercen la cooperación entre el gobierno local y las fuerzas del orden. Esto garantizará que la red funcione con eficiencia y eficacia a la hora de responder a las amenazas emergentes. Además, se necesita formación especializada sobre prevención secundaria, que implica identificar a las personas con mayor riesgo de radicalización hacia la violencia y abordar sus necesidades y vulnerabilidades antes de que se comprometan con la violencia.

Además, el gobierno local tiene previsto mejorar el compromiso con los jóvenes como socios en los esfuerzos de prevención. Esto incluye la puesta en marcha de programas que proporcionen a los jóvenes los conocimientos y herramientas necesarios para reconocer y contrarrestar las narrativas extremistas, promoviendo la educación cívica y fomentando el diálogo intercultural en las escuelas para construir una comunidad más resistente e integradora. Además, Žilina pretende reforzar su cooperación con socios internacionales, como la Red de Ciudades Fuertes, para tener acceso a buenas prácticas de otras ciudades y a recursos que puedan ayudar a perfeccionar sus estrategias locales.

Además, los próximos pasos de Žilina incluyen aprovechar las conclusiones de los recientes talleres de la Iniciativa de Diálogo Transatlántico, que subrayaron la importancia de las ciudades para mantener la cohesión social durante las crisis mundiales. Esto incluye la adopción de un enfoque basado en los datos para gestionar la llegada de nuevos refugiados e inmigrantes, garantizando que su integración se gestiona de forma integral al tiempo que se mantiene la armonía de la comunidad. El gobierno local también pretende reforzar las relaciones de confianza con los actores comunitarios para mejorar su capacidad de responder rápida y eficazmente en tiempos de crisis. Centrándose en estas áreas estratégicas, Žilina pretende fortalecer la resiliencia de su comunidad y prevenir la propagación del odio y el extremismo dentro de su jurisdicción.

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