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Ciudad destacada: Ciudad y tumbas de Trincomalee, Sri Lanka

Ciudad de Trincomalee y Gravets es una secretaría de división del distrito de Trincomalee, situado en la Provincia Oriental de Sri Lanka.1 Se rige por un Consejo Urbano que supervisa la ciudad central, así como por un «pradeshiya sabha», un subconsejo que supervisa las zonas rurales circundantes. En la jurisdicción del Consejo Urbano de Trincomalee viven unas 66.000 personas, entre las que hay varios grupos étnicos, como los tamiles y los cingaleses. Una de las principales fuentes de ingresos de la ciudad es el turismo, un sector que se vio profundamente afectado por la pandemia de COVID-19 y que aún se está recuperando.

La ciudad de Trincomalee y Gravets se unió a la Red de Ciudades Fuertes en marzo de 2023 tras la asistencia de representantes de la ciudad al
taller inaugural
del Centro Regional
Centro Regional de Asia Meridional
i en febrero de 2023.

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Compromiso juvenilParticipación de la Comunidad

¿Qué preocupa al gobierno local?

La ciudad de Trincomalee y Gravets tiene una historia de tensiones y violencia entre comunidades que se remonta a los 30 años de la Guerra Civil de Sri Lanka. El impacto de la naturaleza interétnica de la Guerra Civil se siente hasta hoy, y la ciudad de Trincomalee sigue polarizada por líneas étnicas. El gobierno local considera que no ha podido responder eficazmente tanto a las tensiones interétnicas como a otras necesidades y quejas de la comunidad por dos razones principales. La primera es la falta de comprensión por parte del gobierno local de la demografía de la comunidad dentro de la ciudad. Esto ha dificultado que el alcalde y los concejales comprendan el nivel de vulnerabilidad por grupo étnico y la verdadera profundidad y amplitud de la polarización entre grupos étnicos. La segunda es que el idioma y otras barreras de accesibilidad, en gran parte como consecuencia de la falta de conocimiento de la composición étnica de sus residentes, han impedido que los servicios de la administración local lleguen a todos los residentes de la ciudad.

Además de las tensiones interétnicas, existe una desconfianza general en el gobierno, alimentada por la falta histórica de participación de los residentes en la toma de decisiones del gobierno local. Esto ha contribuido a que las comunidades sientan que sus necesidades y perspectivas no se reflejan en la política y la programación.

Otro problema de Trincomalee es el desempleo, sobre todo entre los jóvenes, que ha hecho que algunos de ellos se involucren en comportamientos antisociales, incluida la violencia. Esta situación se agrava y alimenta otros problemas de la ciudad, como la violencia de género, la drogadicción y la proliferación de información errónea y desinformación en línea y fuera de línea.

¿Cómo está respondiendo el gobierno local?

Para hacer frente a estos retos, el Consejo Urbano de Trincomalee creó un «Mecanismo de Respuesta Comunitaria» (MRC), una unidad del Consejo que organiza reuniones de consulta comunitaria con los ciudadanos para solicitar su opinión sobre los planes de la ciudad para reforzar la cohesión social y la resiliencia de la comunidad. Este proceso facilita la confianza en el gobierno local mediante una mayor participación de la comunidad y permite al Consejo poner en marcha políticas y programas que, en virtud de su desarrollo conjunto con los miembros de la comunidad, abordan las preocupaciones y necesidades reales de los residentes, en lugar de las percibidas.

Además, para reducir la polarización y facilitar la reconciliación, el Ayuntamiento ha empezado a organizar clases de idiomas para que los residentes puedan relacionarse mejor entre sí y ha desarrollado programas de cohesión social para los jóvenes. Estas últimas incluyen sesiones de diálogo entre jóvenes de distintas etnias, facilitadas por un funcionario municipal. La ciudad también está aprovechando estos diálogos para recabar la opinión de los jóvenes sobre las actividades que pueden organizar para mejorar aún más el compromiso entre los distintos grupos étnicos. Por último, el gobierno local implica a los líderes religiosos en actividades de cohesión social para facilitar el diálogo y promover los principios de tolerancia y armonía.

Para ayudar a mantener estos esfuerzos, la ciudad ha solicitado y recibido apoyo financiero de la Red de Ciudades Fuertes para asociarse con la Federación de Autoridades Gubernamentales Locales de Sri Lanka para desarrollar un plan de acción local contra el odio y el extremismo. Esto incluye la formación de un comité multiactores que incorpore a líderes comunitarios, clérigos y jóvenes, que informará el plan de acción y ayudará a la ciudad a comprender e identificar mejor las necesidades y preocupaciones comunitarias más destacadas a largo plazo.

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