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Guía para las ciudades: Prevención del odio, el extremismo y la polarización

Última actualización:
14/06/2024
Fecha de publicación:
12/09/2023
Tipo de contenido:

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Capítulo 4: Coordinación

Este capítulo amplía los distintos tipos de coordinación y asociación que las ciudades deben tener en cuenta al desarrollar sus esfuerzos de prevención. Examina cómo pueden las ciudades establecer una coordinación eficaz con los gobiernos centrales, antes de explorar cómo pueden desarrollarse los enfoques multipartitos de toda la sociedad en modelos de coordinación operativa a nivel de ciudad. Por último, también analiza cómo las ciudades pueden considerar la participación del sector privado como partes interesadas clave en sus esfuerzos de prevención, tanto como posibles socios de recursos.

Ventajas de una Plataforma de Coordinación Local

Dado su carácter multipartito y multidisciplinar, la coordinación entre los distintos sectores y actores es un requisito previo para una prevención eficaz y sostenible. Poner en práctica un enfoque que abarque a toda la sociedad exige integrar las contribuciones de multitud de oficinas, organizaciones y personas. Esto incluye a profesionales de primera línea, como trabajadores sociales, sanitarios, jóvenes y profesores; líderes comunitarios, como religiosos, tribales, jóvenes y miembros respetados de grupos comunitarios; y distintos organismos gubernamentales. Esto se aplica tanto a los esfuerzos locales como a los nacionales e incluye la cooperación entre estos dos niveles. Las ciudades deben tener esto en cuenta, tanto si quieren implicarse en la prevención por primera vez, como si quieren profundizar y ampliar su implicación actual.

En general, existen varias modalidades para posibilitar la coordinación: por ejemplo, mediante la creación de centros, redes u organismos específicos, o mediante el nombramiento de un Como se refleja en la Caja de Herramientas de los CEN, los mecanismos de coordinación local pueden servir para varios fines. Los mecanismos pueden servir para varios fines.

Por ejemplo, pueden:

  • proporcionar un punto único para organizar y cotejar las aportaciones y actividades de los agentes locales;
  • facilitar tanto la aplicación de los programas locales de prevención pertinentes como la coordinación con el gobierno nacional;
  • conectar a las partes interesadas locales -de todo el gobierno y la sociedad civil- para debatir y abordar cuestiones que preocupan a las comunidades locales y buscar soluciones cooperativas;
  • Coordinar la recogida y el intercambio de información, tanto para informar a los actores locales como para ayudar a garantizar que las perspectivas y necesidades locales se comunican a nivel nacional;
  • proporcionar o facilitar el desarrollo de las capacidades pertinentes, adaptadas a los trabajadores de primera línea y a los agentes comunitarios pertinentes
  • gestionar y distribuir la financiación de las iniciativas de prevención locales.

Las ciudades deben ser conscientes de la importancia de garantizar la existencia de un mecanismo que permita la participación sostenida de una diversidad de partes interesadas locales en la prevención. Para muchos, no es un tema en el que necesariamente se sientan cómodos trabajando, ya sea por falta de recursos o de experiencia. Las ciudades deben reconocer la necesidad de cierto nivel de cooperación con el gobierno nacional.

Provincia de Sindh, Pakistán: está dividida administrativamente en 29 distritos con una población total de 47,9 millones de habitantes, lo que dificulta la elaboración de políticas y programas que sean relevantes para todos sus electores. Como todos los gobiernos provinciales de Pakistán, Sindh ha desarrollado el Comité Apex, un mecanismo de coordinación y cooperación para mejorar la conectividad vertical y horizontal. No sólo sirve de plataforma para reforzar la cooperación con la sociedad civil y otros actores relevantes, sino también entre los gobiernos de los distritos. El comité Apex tiene miembros permanentes y también puede convocar a funcionarios cuando sea necesario. El mecanismo de coordinación y cooperación se centra en un par de aspectos, como el intercambio de información, la asignación de recursos, la acción paliativa y la toma de decisiones colectiva con los niveles inferiores de gobierno.


La importancia de la coordinación nacional-local

Como resultado de sus compromisos con decenas de ciudades de todo el mundo, Ciudades Fuertes ha constatado que es necesario cierto nivel de CEN para que las ciudades desplieguen todo su potencial en materia de prevención. A un nivel fundamental, el CEN engloba las estructuras, los recursos y los enfoques que cohesionan las estrategias nacionales con las necesidades localizadas del planteamiento de una ciudad, en la que tanto las partes interesadas nacionales como las locales pueden trabajar colectivamente y maximizar el impacto de sus respectivos esfuerzos.

Desde su Tercera Cumbre Mundial en 2018, Ciudades Fuertes ha estado a la vanguardia de los esfuerzos no sólo para destacar el papel fundamental que desempeñan los CEN significativos en la puesta en marcha de un enfoque de la P/CV que abarque a toda la sociedad, sino también para desarrollar orientaciones prácticas para las partes interesadas nacionales y locales, incluidas las ciudades. Esto incluye su apoyo al desarrollo de las 13 buenas prácticas de los CEN del GCTF y el mencionado Conjunto de Herramientas para la Implementación, que proporciona recomendaciones, ejemplos de casos prácticos y otros recursos que los gobiernos locales pueden encontrar útiles para aplicar y adaptar a sus propios contextos. El conjunto de herramientas desglosa el CEN en seis competencias básicas: Confianza; Inclusividad; Coordinación; Comunicación; Capacidad; y Sostenibilidad.

Se anima a las ciudades a que consulten la Guía de Implementación para obtener orientaciones detalladas sobre cada componente. Ten en cuenta que los enfoques operativos y de coordinación esbozados en este conjunto de herramientas, aunque desarrollados principalmente para el ámbito de la P/CVE. son aplicables y pertinentes en todo el espectro de los esfuerzos de prevención.

Modelos y lecciones de coordinación local multipartita

Algunos gobiernos locales han tenido éxito siguiendo un enfoque coordinado en el que desarrollan marcos o mecanismos municipales, multipartitos y/o multidisciplinares para prevenir la violencia, el odio y el extremismo y/u otros daños sociales. Estas plataformas multipartitas dirigidas a nivel local suelen implicar a diversos representantes de la comunidad, como líderes religiosos, educadores, trabajadores sociales, trabajadores juveniles y fuerzas del orden, así como a representantes del gobierno nacional. Estos organismos pueden ayudar a identificar y comprometer en la prevención a los agentes de primera línea de toda la ciudad. También ayudan a construir una respuesta adecuada y coordinada a los problemas del odio y el extremismo, que esté adaptada al contexto local y en consonancia con los marcos nacionales de prevención.

Este enfoque se denomina a veces «red local de prevención» (RPL) y aprovecha las ventajas de múltiples agentes para apoyar la prevención dentro de sus mandatos existentes. El poder de las enfermeras diplomadas se debe en parte a su proximidad e inmersión en los problemas y retos cotidianos de sus comunidades. Esto puede contribuir a una comprensión más profunda y matizada de los factores individuales y estructurales que pueden conducir a la violencia motivada por el odio o el extremismo que si cada actor se comprometiera por separado.

Las ciudades consultadas plantearon los siguientes aprendizajes clave en relación con algunos de los retos comunes que experimentan cuando intentan ampliar o desarrollar la coordinación multiactores a través de diversos modelos locales:

  • En principio, todo el mundo apoya la colaboración, pero siempre hay razones por las que resulta difícil llevarla a cabo. Éstas pueden abarcar diferencias en las culturas de trabajo y limitaciones legales en torno al intercambio de información, o ser sintomáticas de una falta de confianza más fundamental. Las ciudades tienen que abordar estas cuestiones y comprender las principales preocupaciones de cada parte de la administración local, así como el modo en que los distintos enfoques institucionales o disciplinas profesionales influirán en las diferentes perspectivas. Cuando existan obstáculos legítimos, por ejemplo, restricciones legales sobre el intercambio de información o la confidencialidad, deben explicarse desde el principio.
  • Aprovechar las asociaciones institucionales existentes puede dar a las ciudades una ventaja a la hora de crear la confianza y la cooperación a nivel de trabajo necesarias para abordar cuestiones complejas, polémicas o delicadas.
  • Equilibrar las aportaciones de la policía y los agentes de seguridad con las contribuciones de las partes interesadas no relacionadas con la seguridad, incluidos los profesionales de la sanidad y la asistencia social, puede ser difícil, pero es fundamental. El hecho de que estos socios concretos formen parte de la red de prevención de una ciudad o puedan/quieran sentarse a la mesa y cooperar con una ciudad variará de un contexto a otro.
  • Llevar a cabo un proceso de mapeo inclusivo desde el principio, que implique a todas las partes interesadas que puedan ser clave en la implementación, informará sobre los retos específicos de asociación, intercambio de información y cooperación institucional en cualquier ciudad. Es probable que esto sea más útil que elaborar una lista teórica de los distintos socios y partes interesadas que representan un modelo ideal. (Ver Capítulo 1).
  • Cada socio debe comprender el valor del otro y apreciar lo que aporta a la planificación y la ejecución. Desarrollar la confianza a nivel de trabajo y un trabajo en equipo eficaz debe formar parte de los esfuerzos de formación y capacitación, y no dejarlo para cuando sea necesario en una situación de respuesta de emergencia. Hay que acordar ejercicios de planificación de escenarios y funciones y responsabilidades básicas.

El intercambio de información será inevitablemente un reto. Desarrollar protocolos y directrices puede ayudar a evitar confusiones, aportar claridad, proporcionar responsabilidad y tranquilizar a los socios, pero no son suficientes para crear confianza por sí mismos.

Sistemas de intercambio de información: 5 consejos principales

Los sistemas de intercambio de información no tienen por qué ser plataformas costosas, complejas o tecnológicamente avanzadas. Puede que ni siquiera necesiten ser digitales. Independientemente del sistema que una ciudad ya tenga o quiera implantar, estos principios se aplican para apoyar el flujo eficaz de información y garantizar que las partes interesadas la utilicen con un propósito y una comprensión comunes.

  1. Forma a las partes interesadas no sólo sobre cómo utilizar el sistema de intercambio de información, sino también para que comprendan las consideraciones éticas, la normativa sobre protección de datos y el contexto más amplio. Por ejemplo, asegúrate de que sus sistemas de intercambio de información cumplen la normativa local, nacional y (en su caso) internacional sobre protección de datos;
  2. Establece un propósito claro para el sistema de intercambio de información, por ejemplo, esbozando los objetivos, el tipo de información que se va a compartir y los usuarios principales;
  3. Dirige la información pertinente a las partes interesadas de la sociedad civil comprometidas (si están autorizadas a recibir dicha información);
  4. Tener formatos normalizados. Las distintas agencias pueden utilizar terminologías o estructuras de datos diferentes, lo que puede dificultar una comunicación eficaz; y
  5. Revisa y actualiza periódicamente los sistemas de intercambio de información para que sigan siendo eficaces, y la cadena de información necesaria puede variar en función del tipo de intervención desplegada o de la cuestión abordada.

Estos consejos son una adaptación de las lecciones extraídas de los esfuerzos de R&R en las ciudades alemanas, pero tienen una aplicabilidad más amplia.

Las plataformas de coordinación, que tienen formas y tamaños diferentes, han contribuido a poner en práctica un enfoque de la prevención basado en el conjunto de la sociedad, que aprovecha los organismos y recursos existentes en la ciudad e incluye a la sociedad civil y a otros socios comunitarios.

Por ejemplo, varias ciudades de Bangladesh tienen Comités de Coordinación a Nivel Municipal (TLCC ), dirigidos por el alcalde y formados por representantes del gobierno local, la educación, las fuerzas del orden, el trabajo social, la sociedad civil y miembros de la comunidad. Los TLCC se reúnen periódicamente para debatir los problemas de la ciudad y supervisar la ejecución de los proyectos. En Tangail, según su alcalde, el TLCC se ha ocupado de cuestiones relacionadas con la prevención. Los TLCC de todo el país también han sido fundamentales para elevar las voces marginadas, como las de las mujeres y los empobrecidos.

En Macedonia del Norte, con el apoyo de Ciudades Fuertes, varios municipios (con un mandato del gobierno nacional) han creado Equipos de Acción Comunitaria (CAT), grupos multipartitos dirigidos por el gobierno local que facilitan la coordinación en torno a la aplicación de planes locales de prevención. Por ejemplo, el CAT de Kumanovo ha ayudado a desarrollar las capacidades relacionadas con la prevención de sus miembros, entre los que se incluyen representantes de la ciudad, comunidades religiosas, organizaciones deportivas y juveniles, profesores y OSC, para inspirar a sus miembros a liderar los esfuerzos de prevención y compartir sus experiencias y aprender de los profesionales a nivel de ciudad de otras ciudades de la región y de fuera de ella.

La Oficina para la Prevención de los Delitos de Odio (OPHC) de la ciudad de Nueva York coordina la puesta en marcha de iniciativas comunitarias de prevención del odio y el extremismo en toda la ciudad. Esto implica supervisar un comité interinstitucional que incluye a más de 25 organismos municipales, entre ellos los relacionados con la aplicación de la ley, la justicia penal, la vivienda, los parques y el ocio y la participación de la comunidad, y servir de enlace con organizaciones comunitarias de toda la ciudad.

Varios condados de Kenia crearon Foros de Participación de los Condados (CEF); Los condados deben liderar la lucha contra el extremismo violento » Capital News (capitalfm.co.ke) para coordinar la ejecución y evaluación de sus Planes de Acción de los Condados (PAC) contra la P/CVE. Aunque la estructura y la composición varían según el condado, todas las plataformas multipartitas están copresididas por el Comisionado del Condado, que es nombrado por el gobierno nacional, y el Gobernador del Condado elegido. Actúan como comités de dirección de la aplicación del PAC que reúnen a los agentes gubernamentales nacionales y locales, la sociedad civil, el sector privado, los líderes religiosos, los ancianos tradicionales, los grupos juveniles y los grupos de mujeres. También se crearon Equipos Comunitarios en tres condados de Kenia, en colaboración con el Centro Nacional de Lucha contra el Terrorismo, y varios municipios de Jordania y Líbano, con la orientación de Ciudades Fuertes, establecieron estructuras similares.

Basándose en su amplia experiencia en el apoyo al desarrollo de plataformas de coordinación y participación de múltiples partes interesadas dirigidas por las ciudades, Ciudades Fuertes ha identificado 10 lecciones para las ciudades interesadas en seguir un camino similar :

  1. Diseña una estructura que se adapte al contexto específico
  2. Identificar y articular un mandato claro para el órgano
  3. Adaptar el mandato a las necesidades y prioridades de la ciudad y de las comunidades a las que sirve
  4. Hacer hincapié en el conocimiento y el contexto locales
  5. Aprovechar las estructuras e iniciativas comunitarias existentes
  6. Maximizar la planificación estratégica y de acción y el despliegue de recursos para la prevención
  7. Coordinar y/o ejecutar programas locales alineados con un plan de acción
  8. Mejorar la coordinación con los agentes nacionales pertinentes
  9. Institucionalizar los mecanismos de comunicación y coordinación con la comunidad
  10. Proporcionar espacios seguros

Independientemente del enfoque que siga un gobierno local, debe intentar utilizar los departamentos, políticas, cargos, programas y materiales existentes siempre que sea posible, en lugar de despreciar las creaciones de sus predecesores. La prevención debe perseguirse a largo plazo y la interrupción o finalización prematura de los programas puede socavar el progreso de una ciudad y provocar una reacción violenta entre los directamente afectados, lo que podría socavar los esfuerzos futuros.


Implicar al sector privado

Las empresas privadas suelen beneficiarse de un entorno estable y seguro, pero pocas participan activamente en actividades específicas de prevención, y mucho menos a nivel local o municipal.

Las empresas de todos los sectores pueden ser relevantes para la prevención, no sólo las partes interesadas aparentemente más influyentes, como las grandes multinacionales tecnológicas implicadas en cuestiones de regulación sobre contenidos nocivos u odiosos, por ejemplo. Muchas ciudades consideraron que empezar por comprender el papel que pueden desempeñar las empresas y los empresarios locales es un punto de partida más accesible para desarrollar la colaboración con el sector público en sentido amplio.

Las ciudades consultadas para esta Guía destacaron dos razones principales para implicar al sector privado en sus planteamientos:

Como partes interesadas que participan activamente en el planteamiento de una ciudad

Las empresas pueden contribuir a la planificación de la prevención y, potencialmente, formar parte de una red local o de un modelo de múltiples partes interesadas (véase Institucionalización del enfoque en el Capítulo 2). Más ampliamente, el lugar de trabajo es también un ámbito cotidiano no menos vulnerable a los riesgos y desafíos que otros espacios de una ciudad.

Esto puede requerir la participación del sector privado en intervenciones específicas y en distintos niveles de prevención. Las empresas privadas podrían, por ejemplo, establecer procesos y apoyar los esfuerzos para combatir el odio, la violencia, la intimidación, la discriminación, la estigmatización, la exclusión u otros desafíos en el lugar de trabajo, ya sea entre compañeros o como parte de cualquier compromiso externo. En algunos casos, una ciudad puede estar en condiciones de apoyar a las empresas proporcionándoles formación y apoyo básicos y concienciándolas sobre los riesgos clave, así como sobre el enfoque y los principios más generales que adopta la ciudad.

El impacto potencial de las empresas no se limita sólo a sus empleados; las empresas también pueden ser socios vitales, por ejemplo, a la hora de proporcionar apoyo laboral, formación y oportunidades de empleo y desarrollo profesional, que podrían formar parte del planteamiento elegido por una ciudad.

Como socios de recursos

Las ciudades también podrían dirigirse al sector privado en busca de recursos -financieros, humanos, materiales, instalaciones y/o experiencia- que puedan apoyar su enfoque de la prevención. Puede tratarse de una contribución importante o más modesta, pero en cualquier caso, demostrar la inversión en el sector privado y la asociación con él puede ayudar a defender con más fuerza también la inversión pública continuada. Para más información sobre las asociaciones público-privadas, consulta Identificar los recursos en el Capítulo 2.

Otro ámbito en el que las ciudades pueden atraer potencialmente inversiones en enfoques de prevención es accediendo a los planes de responsabilidad social corporativa o equivalentes que desarrollan muchas empresas. Demostrar cómo el sector privado puede apoyar el trabajo comunitario que crea un bien social general, o cómo los empresarios y las empresas locales pueden «devolver» a la comunidad es un primer paso importante. Algunas empresas también pueden reconocer el «interés comercial» de la prevención, ya que unas comunidades más seguras y cohesionadas contribuyen a obtener mejores resultados comerciales y sociales.

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