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Prevención y Respuesta a la Violencia y los Desórdenes Electorales: Diez consideraciones para las ciudades

Última actualización:
02/09/2024
Fecha de publicación:
27/03/2024
Tipo de contenido:

Introducción

Es mucho lo que está en juego para la democracia en 2024, ya que casi la mitad de la población mundial podrá participar en elecciones para elegir a sus dirigentes en al menos 83 contiendas nacionales y locales en todo el mundo. Las elecciones son oportunidades para promover el Estado de Derecho y fomentar la participación en conversaciones locales y nacionales a través de las cuales los ciudadanos negocian sus intereses y dan forma a su sociedad. Tratan de dar voz y moderar las opiniones divergentes a través de instituciones inclusivas, todo lo cual puede fomentar y apoyar la cohesión social. Sin embargo, no siempre traen consigo la transición suave y pacífica o el mantenimiento del poder por los que lucha una nación democrática. Los investigadores han descubierto que se produce algún tipo de violencia en una de cada cinco elecciones en todo el mundo. Además, la desinformación puede privar de derechos y manipular a los votantes y socavar la fe en la democracia, mientras que las propias elecciones pueden exacerbar o impulsar una intensa polarización que dañe la cohesión social.

Los gobiernos locales no suelen tener un mandato específico para organizar o supervisar las elecciones. Sin embargo, basándose en las experiencias de los gobiernos nacionales y de los socios internacionales y comunitarios, hay medidas que los dirigentes de las ciudades pueden tomar para ayudar a salvaguardar el periodo electoral, tanto en el periodo previo como en el posterior a las elecciones. Las ciudades se enfrentan a diversos retos relacionados con las elecciones, dependiendo del contexto, con diferentes directivas y niveles de apoyo; sin embargo, hay algunas tendencias y enfoques relevantes que los gobiernos locales deberían tener en cuenta al entrar en el periodo electoral, ya que intentan mantener la cohesión social en y entre sus comunidades durante lo que puede ser un periodo tenso para sus residentes.

Basándose en las experiencias de ciudades de todo el mundo, y en investigaciones documentales, Ciudades Fuertes ha identificado diez consideraciones para ayudar a los líderes de las ciudades y a los gobiernos locales a salvaguardar las prácticas democráticas y mitigar los posibles daños durante y después de los periodos electorales.

  1. Mejorar la comprensión de la ciudad sobre cómo se manipula la información para perturbar las elecciones.
  2. Vigila que no haya información engañosa durante las elecciones.
  3. Reforzar la resistencia de la ciudad a la manipulación de la información.
  4. Ayuda a mantener la integridad de la información desacreditando contenidos engañosos y proporcionando información fiable y actualizada durante todo el periodo electoral.
  5. Crea un plan de acción para prevenir y responder a la violencia electoral.
  6. Proporcionar apoyo específico a los grupos que puedan ser objeto de violencia electoral o corran algún otro riesgo de sufrirla.
  7. Comprométete a administrar unas elecciones creíbles, transparentes e inclusivas en tu ciudad para ayudar a generar confianza en el proceso electoral.
  8. Promueve proactivamente la paz y el civismo durante todo el periodo electoral.
  9. Cultivar un diálogo inclusivo para ayudar a minimizar la polarización.
  10. Promover el compromiso cívico para crear capital social y mejorar la cohesión social.

Estas consideraciones, elaboradas en este informe, se organizan en torno a tres temas y pretenden mejorar la comprensión de las ciudades:

  1. Mitigar la amenaza de la información engañosa.
  2. Prevenir y responder a la violencia relacionada con las elecciones.
  3. Gestionar la polarización y promover la cohesión social.

I. Atenuación de la amenaza de información engañosa

La información engañosa -difundida a través de las redes sociales, las aplicaciones de mensajería, la prensa, la radio, la televisión o el boca a boca- es una de las amenazas más destacadas a las que se enfrentan las elecciones de 2024. Para tomar una decisión con conocimiento de causa, los votantes necesitan acceder a información creíble sobre los candidatos y los temas, así como sobre cómo votar. En consecuencia, quienes esperan perturbar las elecciones se dirigen a los votantes con contenidos engañosos y narrativas conspirativas que oscurecen su comprensión, impiden su capacidad para votar y socavan su fe en el proceso electoral. Esto suele afectar desproporcionadamente a grupos históricamente marginados.

Formas de información engañosa

  • Desinformación: contenido falso, engañoso o manipulado con la intención de engañar o perjudicar.
  • Desinformación: contenido falso, engañoso o manipulado, compartido sin intención de engañar o perjudicar.
  • Narrativas conspirativas: explicaciones de los hechos que proponen la existencia de grupos poderosos y siniestros que se confabulan en secreto para alcanzar objetivos malévolos, a menudo de naturaleza política.
  • Astroturfismo político: fabricar la impresión de un amplio apoyo popular o comunitario en torno a un candidato o tema cuando no lo hay.

Introducción

A pesar de la magnitud del reto, los gobiernos locales pueden ayudar a mitigar su impacto. Para ayudar a gestionar las consecuencias de la información engañosa sobre las elecciones y la democracia en general, los líderes locales y las partes interesadas deben familiarizarse con las tácticas y herramientas habituales para crear y difundir desinformación, vigilar su uso durante el periodo electoral y preparar estrategias para minimizar los daños que incluyan esfuerzos para mejorar la resiliencia de su ciudad.

La información engañosa supone una amenaza para todas las elecciones a nivel mundial, pero el alcance y la naturaleza de esa amenaza para las comunidades locales variará. Por lo tanto, es importante que los dirigentes de las ciudades y los gobiernos locales se familiaricen con las herramientas y los medios que suelen utilizarse para transmitir información sobre las elecciones y los candidatos, y cómo pueden utilizarse para generar información errónea o desinformación en torno a las elecciones de sus ciudades.

Los medios de comunicación tradicionales -incluidos la televisión, la radio, los periódicos y sus sitios web afiliados- son una fuente habitual de información sobre las elecciones. En primer lugar, los medios tradicionales siguen siendo un sitio popular para la publicidad política, a través de la cual los candidatos avanzan sus relatos sobre temas destacados y se dirigen a su oposición política con la esperanza de influir en los votantes. Aunque los medios digitales representan ahora la mayor parte del gasto de un candidato en publicidad política en EEUU, los anuncios online se dedican en gran parte a recaudar fondos para la campaña. Los anuncios televisivos siguen siendo el medio en el que los candidatos se centran para persuadir a los votantes. En segundo lugar, los medios de comunicación tradicionales son una fuente importante de noticias relacionadas con las elecciones. Esta información influye en cómo los telespectadores construyen su comprensión de las cuestiones clave y llegan a conocer a los candidatos y sus posturas, mientras que los datos de las encuestas influyen en cómo la gente emite su voto. Cuando esta información -procedente directamente de los candidatos y partidos o de terceros- es tendenciosa o está mal informada, puede tener una influencia perjudicial.

La tecnología digital ha cambiado la forma en que accedemos a la información y la compartimos, y como tal se ha convertido en una herramienta esencial para las campañas políticas. Los medios sociales han sido especialmente influyentes; plataformas como Facebook y X (antes Twitter) han tenido un efecto significativo en las elecciones de las dos últimas décadas. Por un lado, las distintas plataformas ofrecen ventajas significativas a los candidatos y organizadores electorales, permitiéndoles conectar con los votantes e informarles. Por otro lado, pueden ayudar a nivelar el terreno de juego para los candidatos menos conocidos sin un gran respaldo financiero, proporcionando una opción de menor coste para los anuncios microtargeting, mientras que sus algoritmos facilitan la propagación orgánica de los mensajes de campaña.

Desgraciadamente, las características que hacen de las redes sociales y las plataformas en línea valiosas herramientas de mensajería también las convierten en un vector ideal para difundir desinformación electoral, incluido el negacionismo electoral, a gran escala, ante lo cual los reguladores han tenido dificultades para seguir el ritmo. Es probable que este reto aumente, ya que las plataformas más grandes y populares han reducido significativamente sus equipos de moderación de contenidos. La Unión Europea (UE) se ha hecho especialmente eco de la amenaza de la desinformación en línea para la democracia y ha respondido con varias iniciativas para proteger las elecciones y contrarrestar la manipulación de la información en línea. (Por ejemplo, el Paquete de Defensa de la Democracia incluye varias disposiciones para proteger las elecciones y contrarrestar la manipulación informativa; la Ley de Servicios Digitales presiona a las empresas de medios sociales para que hagan frente a la desinformación; y la nueva normativa sobre publicidad política exige mayor transparencia, limita la selección de objetivos y la recopilación de datos y prohíbe la publicidad extranjera antes de unas elecciones).

La nueva normativa sobre publicidad política puede ayudar a colmar algunas lagunas en la forma en que se difunde la información engañosa, pero sigue habiendo problemas. Parte del reto es la forma en que los usuarios utilizan las plataformas online. A pesar de las dudas sobre su legitimidad, las redes sociales son la principal fuente de información para la mayoría de los usuarios de todo el mundo, y su interconexión permite que la desinformación y la información errónea viajen más rápido y más lejos que nunca. Las aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram han facilitado que los usuarios compartan información más allá de una única plataforma, lo que significa que la desinformación puede difundirse a gran escala con la legitimidad añadida (para algunos) de proceder de una fuente en la que uno sabe que confía. Un estudio de las comunicaciones de WhatsApp en el periodo previo a las elecciones de 2019 en India, por ejemplo, descubrió que alrededor del 10% de las imágenes compartidas contenían desinformación. Mientras que en Brasil, WhatsApp fue clave en una «operación gubernamental»para difundir desinformación durante la contienda presidencial de 2018.

La preocupación por la desinformación en las redes sociales se ha visto amplificada por los avances en Inteligencia Artificial (IA). Como herramienta, la IA ofrece muchas ventajas a los candidatos. Les ayuda a crear material de campaña de forma más rápida y barata, y en muchos idiomas. Esto les permite llegar a un público más amplio de forma más eficaz y favorece un alcance más inclusivo, crucial en comunidades multilingües. Existe cierto debate sobre la ética de las llamadas telefónicas generadas por IA y los anuncios de ataque distópicos.

Sin embargo, con un mayor estudio y desarrollo, la IA podría resultar inestimable para identificar la desinformación y la desinformación a gran escala, y podría ser una herramienta fundamental para garantizar la integridad de la información en futuras elecciones. Los chatbots de IA también son muy prometedores para proporcionar información en línea en tiempo real. Sin embargo, los usuarios deben desconfiar de la precisión de la IA generativa.

A pesar de estos beneficios, en la actualidad, muchos expertos creen que la IA plantea un serio desafío a las elecciones. Las principales preocupaciones son:

En reconocimiento de la amenaza que la IA supone para las elecciones, Open AI -la empresa que está detrás del chatbot de IA ChatGPT y del generador de imágenes DALL-E- publicó una entrada en su blog en la que esbozaba su enfoque durante las elecciones mundiales de 2024 «para evitar abusos, proporcionar transparencia sobre el contenido generado por IA y mejorar el acceso a información precisa sobre las votaciones». Midjourney, otra gran empresa de IA, está considerando la posibilidad de prohibir la creación de imágenes políticas, y 20 empresas tecnológicas se han comprometido a cooperar para detectar y responder a los contenidos de IA perjudiciales. Sin embargo, existen pocas normativas formales y un gran número de pequeñas empresas de IA y tecnología que han quedado al margen de estos debates pueden estar dispuestas a prestar servicios de IA con menos salvaguardias.

El riesgo que la desinformación y la desinformación generadas por la IA suponen para las elecciones se puso de manifiesto en las elecciones generales celebradas en Eslovaquia en octubre de 2023. Dos días antes de las elecciones, se publicó en Facebook una grabación de audio en la que se oía a uno de los candidatos hablar de manipulación electoral con un periodista local. Más tarde se desmintió que la grabación hubiera sido manipulada mediante IA, pero poco pudo hacer el candidato afectado, ya que se publicó durante la moratoria de dos días antes de la votación, en la que los medios de comunicación y los partidos políticos deben guardar silencio. Es imposible decir si el clip manipulado fue responsable de la ajustada derrota del candidato, pero revela las lagunas de las políticas actuales de gestión del contenido generado por IA en las redes sociales. También se han insertado grabaciones de audio deepfake en las elecciones de India, Turquía y Estados Unidos, lo que demuestra lo extendida que se ha vuelto la desinformación generada por IA.

Los medios de comunicación tradicionales y el boca a boca seguirán desempeñando un papel importante en la difusión de información engañosa en torno a las elecciones. Sin embargo, la tecnología ha sobrealimentado esta amenaza y, a medida que cambie, también lo hará el panorama de las amenazas. Comprender la amenaza de la información engañosa exigirá que las ciudades estén al tanto de los cambios en las plataformas digitales y sus políticas, así como de las herramientas utilizadas para crear contenidos engañosos.

Siempre que sea posible, las ciudades deben contratar o proporcionar formación para garantizar que haya expertos dentro de la administración local que puedan mantenerse al día de los cambios y asesorar y supervisar las políticas y actividades relacionadas con éstas y las nuevas tecnologías emergentes.

2. Vigila la información engañosa

Para gestionar la difusión y el impacto de la información engañosa, es importante que cada funcionario local comprenda la naturaleza y el alcance de la amenaza a la que se enfrenta su ciudad. Esto requerirá una vigilancia activa de los distintos canales de los medios de comunicación online y offline -incluidas las redes sociales- para identificar los contenidos engañosos y las narrativas conspirativas a medida que se difunden a lo largo de cada fase de las elecciones, incluido el periodo postelectoral.

Hay una serie de herramientas que los gobiernos locales pueden utilizar para vigilar los contenidos y las narrativas problemáticas. Algunas son gratuitas y pueden ayudar a detectar bots, apoyar la comprobación de hechos y proporcionar una visión general de cómo se ha informado y hablado de una noticia en Internet.

  • Hoaxy visualiza la difusión de la información y ayuda a comprobar los hechos.
  • Buscador de afirmaciones es una herramienta web de comprobación de hechos automatizada y en directo.
  • Botómetro ayuda a identificar bots, que a menudo se emplean para escalar la desinformación, mientras que BotAmp te permite comparar la influencia bot de dos conjuntos de tuits.
  • Tendencias y Herramienta de red te ayuda a identificar y mapear las tendencias en la difusión de la información sobre temas concretos.

Indonesia ha hecho de la vigilancia de la desinformación y la desinformación -lo que colectivamente denominan «bulos»- una prioridad en vísperas de las elecciones de 2024. La iniciativa está dirigida por el Ministerio de Comunicaciones e Información y emplea una unidad de vigilancia 24 horas llamada Monitoring Kominfo, que utiliza operadores humanos y tecnología para vigilar las redes sociales en busca de desinformación. Para mejorar su capacidad de vigilancia, el Ministerio trabaja en colaboración con la Sociedad Indonesia contra la Difamación (Mafindo) y el sitio web de comprobación de hechos cekfakta.com, creado en colaboración con las partes interesadas del sector de los medios de comunicación.

El Ministerio también se está asociando con organizaciones de la sociedad civil dedicadas a abordar la desinformación, como el Laboratorio de Internet Segura (SAIL). Asimismo, el Ministerio está trabajando con académicos y expertos, así como con el sector privado, para proporcionar una educación integral en materia de alfabetización digital a los ciudadanos de todo el país y mejorar la resiliencia nacional a través de un movimiento denominado SiBerkreasi.

El ejemplo de colaboración de Indonesia es importante para los gobiernos locales, especialmente para los que carecen de los recursos y el acceso necesarios para llevar a cabo esfuerzos de seguimiento a gran escala. En su lugar, los gobiernos locales deberían adoptar un enfoque de toda la sociedad basado en la cooperación nacional-local (CNL), en el que se coordinen con los gobiernos nacionales y regionales, así como con la sociedad civil, los expertos, el sector privado y los líderes comunitarios de toda la ciudad para recopilar y compartir información pertinente en tiempo real. En muchos países, este nivel de cooperación, sobre todo en temas potencialmente delicados relacionados con la seguridad, se ve obstaculizado por déficits de confianza entre niveles y sectores, y por estructuras limitadas para compartir información de forma segura. En algunos casos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil pueden actuar como valiosos socios para mejorar la confianza y el intercambio de información. Para más información sobre los CNE y las estrategias o la mejora del intercambio cooperativo de información, véase el Conjunto de Herramientas para los CNE, elaborado por Ciudades Fuertes para el Foro Global contra el Terrorismo (GCTF).

3. Reforzar la resistencia de la ciudad a la manipulación de la información

La manipulación de la información es un reto nacional e incluso transnacional que va mucho más allá del alcance de los gobiernos locales. Sin embargo, los gobiernos locales pueden tomar medidas significativas para mejorar la resiliencia de la ciudad ante la información engañosa durante las elecciones y minimizar el impacto que tiene sobre la cohesión social. La resiliencia informativa tiene tres características clave que afectarán al modo en que una ciudad se ve afectada por la manipulación informativa durante unas elecciones:

El clima político en un momento dado también es relevante, ya que los altos niveles de populismo y polarización pueden afectar negativamente a la confianza en las estructuras gubernamentales y en los medios de comunicación, y disminuir la resistencia a la manipulación informativa relacionada con las elecciones.

Para determinar la capacidad de recuperación de información de una ciudad e identificar las lagunas, los gobiernos locales deben evaluar primero las tres características:

Invertir en alfabetización mediática y digital es un paso fundamental para mejorar la resiliencia individual de los habitantes de tu ciudad.

La alfabetización mediática es la capacidad de «acceder, analizar, evaluar, crear y actuar» utilizando diferentes formas de medios y comunicación en diferentes contextos. Determina la capacidad de dar sentido a los medios de comunicación y la susceptibilidad a la desinformación y las narrativas conspirativas.

La alfabetización digital es la capacidad de acceder, interpretar y comunicar información de forma segura y adecuada utilizando las tecnologías digitales.

Es importante adaptar los planes de estudio y los enfoques al contexto local; sin embargo, existe una amplia gama de recursos gratuitos que pueden proporcionar información e inspiración a las ciudades que deseen desarrollar sus propios contenidos. Algunos ejemplos son:

Para gestionar el impacto de la información engañosa, Finlandia trabaja para construir una sociedad resistente, informada y capaz de pensar críticamente. En el centro de todo ello hay un fuerte énfasis en la alfabetización mediática y digital, que se ha integrado en el sistema educativo a todos los niveles para ayudar a sostener una sociedad sana y una democracia estable. Gran parte de esta educación está gestionada por el Instituto Nacional Audiovisual Finlandés(KAVI), dependiente del Ministerio de Educación y Cultura, y desempeña un papel clave en la promoción de la alfabetización mediática durante las elecciones.

Aunque el ejemplo finlandés se lleva a cabo a nivel nacional, ofrece muchas lecciones para los gobiernos locales.

4. Ayudar a mantener la integridad de la información

Aunque puede que no sea posible evitar la presencia de información engañosa, los gobiernos locales pueden ayudar a mantener la integridad de la información electoral desacreditando activamente los rumores, las conspiraciones y la desinformación relacionada con las elecciones y garantizando que la información fiable sea accesible para todos. Pueden hacerlo a través de diversos enfoques en línea y fuera de línea para ayudar a garantizar que llegan a una amplia franja de la población y considerando la divulgación directa como el correo postal y electrónico para compartir boletines periódicos, canales de difusión a través de la televisión y la radio, y medios sociales.

Sea cual sea el enfoque que adopte una ciudad, el objetivo final debe ser hacer que la información sea ampliamente accesible. Esto puede implicar proporcionar actualizaciones y orientación en todas las lenguas pertinentes y tener en cuenta las distintas discapacidades (por ejemplo, discapacidad visual, auditiva y de aprendizaje).

Pakistán apoya a sus votantes analfabetos -el 38% de la población- asignando a cada partido un símbolo que los votantes pueden utilizar para identificar al partido de su elección en una papeleta.

Desacredita la información engañosa a lo largo del ciclo electoral para ayudar a frenar su difusión y minimizar su impacto. Basándose en el seguimiento descrito anteriormente, las ciudades deben considerar qué canales y mecanismos serán más eficaces para impugnar la información engañosa y mantener la integridad de la información durante todo el periodo electoral.

La ciudad de Hertford (Carolina del Norte, Estados Unidos) recurrió a las redes sociales para implicar a los residentes locales y examinar cuestiones importantes. Los concejales de la ciudad organizaron una serie de debates con expertos y líderes comunitarios para informar a los residentes sobre las elecciones de mitad de mandato y ayudarles a tranquilizarse sobre la seguridad y validez de las elecciones.

Proporcionar información precisa y accesible en todas las fases de las elecciones. En lugar de limitarse a responder a una información deficiente, las ciudades deben considerar su papel a la hora de proporcionar proactivamente a los residentes información precisa y oportuna. Además de los métodos descritos anteriormente, las ciudades deberían considerar los siguientes enfoques:

Realizar actividades de divulgación dirigidas a comunidades que se enfrentan a barreras para votar o que históricamente tienen una baja participación electoral. La ciudad de Mesa (Arizona, Estados Unidos) hizo un esfuerzo concertado para conectar con los votantes hispanohablantes en el periodo previo a las elecciones presidenciales de 2020. Además de publicar información bilingüe en el sitio web de la ciudad y en los canales de las redes sociales, el ayuntamiento se puso en contacto directamente con los ciudadanos latinos para explicarles sus opciones para inscribirse y votar y ayudarles a formular un plan para votar.

La violencia electoral es una forma extrema de manipulación electoral en la que se emplea la coacción contra personas, bienes e infraestructuras para influir en el resultado de unas elecciones, incluso en su fase posterior. Esta violencia puede adoptar muchas formas, desde la intimidación y el acoso hasta la fuerza letal. Puede ser perpetrada por multitud de actores en cualquier fase de unas elecciones, tanto por actores estatales como no estatales.

Formas de violencia electoral pueden incluir:

  1. Violencia entre miembros y simpatizantes de distintos partidos políticos.
  2. Violencia intrapartidaria entre miembros y simpatizantes de un mismo partido cuando se disputan el control de un partido.
  3. Protestas violentas que pueden estallar espontáneamente a partir de una protesta por lo demás pacífica y legítima, o mediante la interferencia estratégica de saboteadores que desean perturbar procesos electorales pacíficos.
  4. Fuerza policial excesiva dirigida contra los manifestantes mediante un control deficiente de las multitudes o desplegada estratégicamente por una administración gobernante para obstaculizar a sus rivales políticos o las propias elecciones.
  5. Asesinatos selectivos, amenazas de muerte y acoso dirigidos contra los candidatos y sus familias, miembros clave del partido o personas relacionadas con la administración o supervisión de las elecciones, incluidos los trabajadores electorales, los observadores electorales, los periodistas e incluso los fabricantes del material electoral.
  6. Destrucción de bienes relacionados con las elecciones, incluidos materiales de campaña, colegios electorales y papeletas.
  7. Ataques extremistas dirigidos contra actividades relacionadas con las elecciones para obstaculizar el proceso democrático.
  8. Ciberataques que obstruyan la votación, roben datos o alteren los resultados.

Los investigadores han descubierto que se produce algún tipo de violencia en una de cada cinco elecciones en todo el mundo. Es más probable que se produzca en entornos posconflicto o donde ya están presentes las causas profundas de la violencia. Sin embargo, la violencia electoral puede producirse en cualquier lugar cuando las tensiones subyacentes se ponen a prueba en una lucha por el poder en la que hay mucho en juego, especialmente cuando no existen procesos para evitarla o cuando los votantes no tienen fe en su sistema político.

Unas elecciones libres y justas pueden ser una forma de prevención de la violencia al proporcionar a los ciudadanos una forma pacífica de expresar sus deseos y quejas políticas; cuando no cumplen su promesa democrática, las elecciones pueden proporcionar la chispa que catalice las tensiones existentes hacia un conflicto abierto.

La violencia electoral es una grave amenaza, tanto por el peligro inmediato que supone para la vida, la propiedad y la prosperidad, como por la amenaza fundamental que supone para la democracia, al impedir que los votantes emitan su voto con seguridad. Están en peligro ciudades de todos los tamaños y geografías, desde los grandes centros urbanos hasta las pequeñas poblaciones rurales. Por ejemplo, durante las sangrientas elecciones mexicanas de 2018, se registraron actos de violencia en 24 de los 32 estados del país y sólo el 5% de los incidentes tuvieron lugar en la capital, Ciudad de México. Muchos de los cientos de actores políticos asesinados eran candidatos a las alcaldías locales. En las elecciones generales de Kenia de 2017, la violencia afectó al 38% de las circunscripciones, incluidas zonas urbanas y rurales. En última instancia, las ciudades suelen llevarse la peor parte de la violencia electoral y tienen el deber de ayudar a prevenirla y mitigar sus consecuencias para la vida y los medios de subsistencia de sus residentes.

Los gobiernos locales deben establecer un plan de acción para salvaguardar sus elecciones de la violencia y evitar que socaven la cohesión social en su ciudad. Un plan debe alinearse con las estrategias nacionales y hacer hincapié tanto en la prevención como en la respuesta, esbozando los pasos para evaluar los riesgos, recopilar información, comunicarse de forma segura entre los actores, mejorar la resiliencia y responder a las emergencias, como la violencia, para evitar escaladas y mitigar los impactos. También debería conectar con los planes locales de seguridad existentes y aprovechar los mecanismos existentes de prevención y respuesta a la violencia. Siempre que sea posible, las ciudades deben colaborar con los agentes nacionales y comunitarios para obtener apoyo adicional en el seguimiento y la intervención. Un enfoque de toda la sociedad basado en los CNS puede colmar las lagunas de capacidad, comunicación y confianza que, de otro modo, podrían limitar los esfuerzos dirigidos por las ciudades.

Las ciudades deben ser conscientes de que un enfoque excesivamente securitizado puede resultar intimidatorio, especialmente para los grupos que no confían plenamente en los agentes de seguridad. Incluso cuando la administración y la seguridad de las elecciones se gestionen a nivel nacional, los gobiernos locales deben identificar oportunidades de trabajar con las fuerzas del orden y los observadores electorales para generar confianza en las comunidades y ayudar a garantizar que se adopta un enfoque comedido para proteger los actos de campaña y los lugares de votación, sin disuadir a los posibles votantes de participar. Estos esfuerzos deben dar prioridad al establecimiento de relaciones con los grupos vulnerables y al desarrollo de mecanismos para reducir las tensiones entre ciudadanos de distintos bandos del espectro político.

Realiza una evaluación de riesgos exhaustiva. Antes de que comience el ciclo electoral, los gobiernos locales deben llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos y vulnerabilidades para identificar los momentos y circunstancias en los que la violencia es más probable, así como los factores clave, incluidos los agravios y los conflictos históricos o en curso entre grupos que podrían inflamarse con las elecciones. Siempre que sea posible, esto debe hacerse en colaboración con los organismos gubernamentales regionales y nacionales. La información recopilada a nivel local mejora la comprensión y la preparación de los organismos nacionales, del mismo modo que las evaluaciones a nivel nacional pueden proporcionar información crítica para contextualizar las amenazas locales. Para más información sobre los CEN y las estrategias para mejorar el intercambio cooperativo de información, véase el kit de herramientas de los CEN desarrollado por Ciudades Fuertes para el GCTF.

Las ciudades deben recordar que, aunque el riesgo de violencia existe en cualquier momento de unas elecciones, hay acontecimientos concretos en los que la amenaza suele ser mayor. Por ejemplo, los mítines de campaña, los debates, los centros de registro de votantes y los días de votación son momentos potencialmente vulnerables en los que se reúne un gran número de personas relacionadas con las elecciones. Asimismo, los días inmediatamente posteriores a unas elecciones impugnadas o tras la toma de posesión de un nuevo gobierno, son momentos significativos para protestas y disturbios que podrían tornarse violentos.

Identificar las vulnerabilidades a la interferencia externa. La interferencia malévola de un país extranjero se ha convertido en una amenaza destacada para las elecciones. Aunque se trata predominantemente de una cuestión de ámbito nacional, los gobiernos locales deben considerar cómo afectará este riesgo a su ciudad y cómo pueden proteger a sus electores.

Después de que un grupo criminal ruso pirateara la base de datos de votantes en Illinois (Estados Unidos) en 2024, la Junta Electoral del Estado de Illinois ha instituido una infraestructura de ciberseguridad más sólida y ahora ofrece formación adicional a los funcionarios electorales.

Promulgar medidas para proteger a los trabajadores electorales. Los trabajadores electorales pueden ser especialmente vulnerables durante unas elecciones precarias, ya que los votantes descontentos buscan un lugar donde dirigir su ira. Por lo tanto, el gobierno local debe esbozar las medidas que podrían adoptarse en concierto con sus homólogos nacionales para protegerlos y proporcionarles apoyo cuando sea necesario. Por ejemplo, a lo largo de las elecciones de 2020, los trabajadores electorales de Estados Unidos se vieron amenazados por las conspiraciones de que las elecciones se habían manejado mal. Como resultado, los legisladores locales de todo el país tomaron medidas para proteger a sus trabajadores electorales en las siguientes elecciones, entre ellas:

Las ciudades deben familiarizarse con las directrices, procesos y programas de formación existentes para los trabajadores electorales en su país y ayudar a garantizar que los trabajadores electorales de toda su circunscripción los comprendan y estén preparados para cumplir con su deber. Los recursos y la formación de los trabajadores electorales deben tener en cuenta la amenaza particular a la que pueden enfrentarse los distintos grupos demográficos, como las mujeres, e incluir formación sobre cómo reducir la tensión. El Centro para la Democracia de Estados Unidos ha desarrollado un conjunto de herramientas de desescalada para trabajadores electorales que incluye consejos útiles para cualquiera que quiera ayudar a los trabajadores electorales a superar situaciones difíciles.

Trabaja con los agentes de seguridad para desescalar las situaciones volátiles y responder con la fuerza adecuada. El uso excesivo de la fuerza policial es una forma habitual de violencia relacionada con las elecciones, por lo que un plan de acción debe tratar de evitarlo. Los agentes de seguridad necesitan formación, capacidad y recursos para preservar la paz durante todo el proceso electoral. Esto es especialmente importante durante los actos de alto riesgo, como los mítines de campaña o las manifestaciones, en los que puede estallar la violencia, a veces provocada o intensificada por la policía. Cuando las ciudades participan en la formación y la gestión de las fuerzas de seguridad, los gobiernos locales deben incluir disposiciones de formación específicas para las elecciones en un plan de acción que garantice que todos los agentes -incluidos los veteranos- están preparados para proteger los puntos vulnerables y reducir la tensión de las situaciones en caso de que se produzcan, en lugar de aumentar o intensificar la violencia.

Cuando las ciudades no tengan un mandato directo para supervisar la formación policial, deben identificar dónde existen lagunas de formación o de capacidad y trabajar con los organismos regionales o nacionales pertinentes para solucionarlas. Además, el gobierno local puede ayudar a facilitar las actividades de fomento de la confianza y las relaciones entre la policía y las distintas comunidades cuando las relaciones históricamente antagónicas supongan un riesgo durante las elecciones. Esto puede incluir trabajar con los líderes comunitarios para comprender las quejas y preocupaciones de los residentes y colaborar con la policía y las comunidades afectadas para abordarlas.

En Nigeria, la Fundación CLEEN introdujo el Programa de Responsabilidad Policial para fomentar la confianza en la policía mediante el diálogo, la responsabilidad y la colaboración. Los gobiernos locales podrían plantearse un enfoque similar para que las comunidades y la policía puedan preparar juntos un periodo electoral seguro.

Crea un órgano de coordinación. La preparación y ejecución de un plan de acción requerirá que una ciudad o estado se coordine eficazmente entre distintos niveles y sectores y tenga capacidad para responder rápidamente a las amenazas. Dependiendo de la envergadura de esta empresa y de los recursos de tu ciudad, puede ser útil crear un organismo que supervise el proceso durante todo el ciclo electoral. Un ejemplo de ello puede encontrarse en Pensilvania (Estados Unidos), donde el gobernador Josh Shapiro puso en marcha el Grupo de Trabajo sobre Amenazas Electorales de Pensilvania, encargado de garantizar unas elecciones seguras y justas en 2024.

6. Proporcionar apoyo específico a los grupos de riesgo

Aunque ningún grupo es inmune a la violencia electoral, algunos pueden ser más vulnerables que otros y necesitar apoyo adicional. Por ejemplo,los jóvenes se han movilizado para perpetrar actos de violencia política y también son víctimas de forma generalizada. Globalmente, las mujeres han sufrido desproporcionadamente durante las elecciones en comparación con los hombres. Las minorías y los miembros de los partidos políticos de la oposición pueden correr un mayor riesgo en las elecciones de alto riesgo, del mismo modo que los miembros de grupos minoritarios que se sienten infrarrepresentados pueden recurrir a la violencia ante la «exclusión permanente»de las elecciones.

Identifica qué grupos pueden estar más expuestos a la violencia electoral -ya sea por reclutamiento por parte de actores violentos o como víctimas- e incluye disposiciones en el plan de acción de la ciudad para proporcionarles apoyo y protección adicionales. Por ejemplo, los programas juveniles dirigidos por la ciudad pueden implicar a los jóvenes en situación de riesgo y abordar sus vulnerabilidades subyacentes, como las desigualdades económicas y sentimientos más amplios de injusticia, así como mejorar su comprensión del proceso electoral y la política local e incorporarlos como impulsores de la paz a lo largo de las elecciones. En Nakuru (Kenia), Ciudades Fuertes colaboró con el gobierno del condado para apoyar a una compañía de teatro juvenil -Skynet Theatre Productions- en su campaña de concienciación sobre la violencia electoral y de promoción de la paz entre sus compañeros en vísperas de las elecciones de 2022. Utilizaron productos culturales como el cine y la música para poner de relieve la conexión entre el tribalismo y la violencia electoral y animar a los jóvenes a convertirse en embajadores de la paz en sus propias comunidades.

Proporcionar o facilitar formación adicional para ayudar a proteger a los grupos de riesgo. En vísperas de las elecciones de 2022, Keniacon el apoyo de ONU Mujeres y ACNUDH, proporcionó a la policía formación adicional para ayudar a prevenir y mitigar la violencia contra las mujeres durante el periodo electoral. El Instituto Nacional Demócrata (NDI) también ha proporcionado formación a los observadores electorales locales para que reconozcan y denuncien la violencia electoral contra las mujeres, como parte de sus esfuerzos para prevenir dicha violencia en todo el mundo.

Normalmente, los gobiernos nacionales supervisarán la aplicación de este tipo de programas de formación y tendrán la responsabilidad de identificar y proteger a los grupos vulnerables. Sin embargo, es probable que las vulnerabilidades varíen entre las distintas localidades de un mismo país, por lo que los gobiernos locales deben trabajar con los agentes nacionales para identificar y colmar las lagunas a fin de proteger a sus residentes más vulnerables. Los gobiernos locales también deben trabajar con la sociedad civil, los líderes comunitarios, el sector privado y las organizaciones internacionales para ayudar a garantizar que se dispone de los recursos y el apoyo necesarios para respaldar los esfuerzos de protección en sus comunidades.

Ayudar a aumentar la participación electoral entre los grupos históricamente marginados. Esto puede incluir campañas de inscripción de votantes, transporte para llevar a la gente a las urnas o esfuerzos para acercar el voto a la gente.

Por ejemplo, en 2020, el gobierno local de Muskegon (Michigan, Estados Unidos) visitó colegios, residencias de ancianos y otros lugares en un remolque electoral móvil para inscribir a los votantes, distribuir y recoger papeletas y responder a preguntas sobre las elecciones. También es importante asegurarse de que los trabajadores electorales saben cómo ayudar a los votantes con diversas discapacidades u otras necesidades.

Macedonia del Norte elaboró una Guía de Bolsillo de la Jornada Electoral para los trabajadores electorales que incluía orientaciones para ayudar a los votantes con diversas discapacidades. Muchos países han desarrollado recursos similares. Las ciudades deben ayudar a garantizar que los trabajadores electorales conozcan y tengan acceso a dichos recursos, y apoyar su desarrollo si aún no existen.

7. Comprométete con unas elecciones libres y justas en tu ciudad y fomenta la fe en el proceso de votación

Los sentimientos de injusticia o incorrección suelen ser fuertes motivadores de la violencia durante y después de las elecciones. Sin embargo, para muchas ciudades, la responsabilidad de garantizar unas elecciones libres y justas va más allá de sus competencias. Normalmente, las elecciones se organizan y administran de acuerdo con la normativa nacional (y/o estatal o regional). A pesar de ello, los gobiernos locales deberían considerar qué herramientas, programas y procesos tienen a su disposición para apoyar las elecciones en su ciudad y permitir que sus ciudadanos participen de un modo que fomente su fe en el sistema electoral.

Haz que el proceso electoral sea más transparente. Para aumentar la confianza en el proceso de votación y reducir el espacio para la desinformación y la disidencia que pueden avivar la violencia, los gobiernos locales pueden identificar formas de apoyar la transparencia durante las elecciones. Por ejemplo, los gobiernos pueden crear oportunidades para hacer más visibles el proceso de votación y los resultados y adelantarse a las acusaciones de mala gestión.

Ciudades y condados de todo Estados Unidos están haciendo más transparentes sus procesos de votación.

  • Baltimore (Maryland) retransmite en directo el proceso de votación para que cualquiera pueda verlo.
  • El Paso (Texas) retransmite en directo vídeos de sus urnas y sube los vídeos directamente a la nube, donde los residentes pueden acceder a ellos.
  • El condado de Pasco (Florida) introdujo el Ballot Scout para permitir a los votantes hacer un seguimiento de sus votos por correo en tiempo real, lo que contribuyó a aumentar la confianza en el voto por correo.

Sin embargo, los gobiernos locales deben tener en cuenta que la retransmisión en directo de partes de las elecciones podría suponer un riesgo adicional para los trabajadores electorales. Por ejemplo, Denver (Colorado) dejó de retransmitir en directo el procesamiento de las papeletas por temor a que aumentaran las amenazas a los trabajadores electorales en todo el país.

Muchos gobiernos locales y regionales no tienen mandato para influir en el proceso de votación o hacerlo más transparente. En su lugar, la responsabilidad de estos esfuerzos suele recaer en los actores nacionales, como en Kenia donde la Comisión Electoral Independiente y de Fronteras (IEBC) compartió copias escaneadas de los resultados en tiempo real durante las elecciones de 2022 como parte de una estrategia para aumentar la confianza en los resultados y reducir la violencia. Los gobiernos locales pueden ayudar a apoyar este tipo de esfuerzos de transparencia a nivel nacional promoviendo su conocimiento durante las elecciones, para que los residentes sepan dónde y cómo acceder a ellos en tiempo real.

A los gobiernos locales también les puede resultar útil comprometerse proactivamente con los medios de comunicación emitiendo comunicados de prensa a lo largo del periodo electoral -incluyendo información sincera sobre percances- e invitar a los medios a estar presentes en los momentos importantes del ciclo electoral.

Cuando la gente se sienta agraviada por el proceso electoral o sus resultados, asegúrate de que existen mecanismos claros para denunciar las irregularidades percibidas e impugnar elementos del proceso electoral o de votación. Cuando estos procesos se gestionan a nivel nacional, los gobiernos locales pueden ayudar a darlos a conocer y garantizar que sus residentes puedan acceder a ellos. Las ciudades pueden hacerlo compartiendo directrices y enlaces en línea y fuera de línea en todas las lenguas pertinentes -ofreciendo traducciones en caso necesario- y proporcionando asistencia directa y un lugar para que los ciudadanos puedan hacer preguntas y pedir consejo.

Ten en cuenta los precedentes para minimizar las reacciones adversas a los cambios en el procedimiento de votación. La actualización de los procedimientos y equipos electorales puede contribuir a agilizar el proceso de votación y hacerlo más seguro y accesible. Sin embargo, el cambio también puede desencadenar sospechas y arrojar dudas sobre la validez de unas elecciones, especialmente si ese cambio se produce con demasiada rapidez y sin la preparación adecuada. Por ejemplo, cuando el ex Primer Ministro de Pakistán, Imran Khan, introdujo las máquinas de votación electrónica en 2022, explicó que las máquinas ayudarían a contrarrestar el fraude electoral y la corrupción. Sin embargo, la desconfianza y la incertidumbre sobre el nuevo método de votación ofrecieron a los oponentes políticos la oportunidad de presentarlas como una herramienta de manipulación electoral y suscitar resistencia. En 2024, Pakistán volvió a votar exclusivamente en papel. Los gobiernos locales pueden ayudar a evitar este tipo de retroceso y facilitar la transición a nuevos medios de votación o cambios en los procedimientos, ayudando a presentarlos a los ciudadanos y abordando las inseguridades sobre el proceso de votación.

8. Promover la paz

Para apoyar los esfuerzos de prevención, las ciudades pueden señalar su compromiso con unas elecciones pacíficas y, mediante campañas de comunicación, animar a sus residentes a hacer lo mismo.

Las campañas generalizadas dirigidas a la población en general pueden destacar la importancia de unas elecciones pacíficas y fomentar comportamientos pacíficos. Un compromiso público con la no violencia es una parte importante de unas elecciones pacíficas, tanto de forma preventiva como en respuesta a las tensiones.

Los gobiernos locales suelen conocer mejor las amenazas a las que se enfrentan sus ciudadanos que sus homólogos nacionales y pueden ayudar a mejorar el compromiso con esas campañas de ámbito nacional, conectándolas con las preocupaciones locales o poniendo en marcha las suyas propias.

Antes de las elecciones nacionales de 2015, la Agencia Nacional de Orientación de Nigeria lanzó una campaña en las redes sociales llamada Haz lo Correcto, Gana la Paz 2015. La campaña pretendía proporcionar una plataforma para que una serie de actores fomentaran un comportamiento pacífico y brindó una oportunidad y un impulso para que todos los implicados prometieran su compromiso con la paz.

Además de las comunicaciones dirigidas a un público más amplio, los gobiernos locales deben considerar la posibilidad de realizar campañas de mensajes más personalizadas que se dirijan directamente a los segmentos vulnerables de la población, o que proporcionen asesoramiento, apoyo o recursos personalizados para ayudarles a superar los obstáculos o riesgos específicos a los que puedan enfrentarse.

En Burundi, Búsqueda de Terrenos Comunes creó una serie de radionovelas para jóvenes que exploraban temas de violencia, desigualdad y manipulación política para ayudar a reforzar la resiliencia de los jóvenes ante la violencia política y relacionada con las elecciones.

Los gobiernos locales también podrían considerar formas de animar a activistas independientes por la paz que puedan servir como mensajeros creíbles para implicar a las distintas comunidades de sus ciudades.

Por ejemplo, UNICEF ha apoyado la movilización de jóvenes embajadores de la paz en Sierra Leona, que pueden desplazarse por zonas rurales y de difícil acceso difundiendo un mensaje de paz. Las ciudades podrían reproducir este planteamiento prestando un apoyo abierto a los embajadores de la paz que no tienen ninguna relación con partidos políticos y mantienen fuertes vínculos con distintas comunidades.

Del mismo modo, en Bangladesh, la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (IFES) involucró a más de 1.000 líderes políticos y de la sociedad civil en el programa Personas contra la Violencia en las Elecciones (PAVE) para proporcionar consolidación de la paz a nivel comunitario en torno a las elecciones. Les enseñó sobre la violencia electoral y les formó en la colaboración entre partidos sobre cuestiones relacionadas con los conflictos y la consolidación de la paz para crear una red capacitada de embajadores de la paz que pudieran moverse dentro de las distintas comunidades.

III. Gestionar la polarización y promover la cohesión social

Las elecciones pueden exacerbar las tensiones sociales subyacentes e impulsar la fragmentación y la polarización. La política es algo más que una serie de cuestiones o incluso ideologías; más bien, la política ha llegado a formar parte esencial de las identidades sociales de muchas personas. Estas identidades partidistas conectan la alineación política con una fuerte mentalidad de grupo. Mientras que las diferencias ideológicas pueden abordarse con lógica, las identidades partidistas desencadenan respuestas emocionales que son mucho más susceptibles de polarización. En los países muy polarizados, estas identidades partidistas han empezado a fusionarse con otras identidades sociales, lo que las hace más volátiles.

Cuando la lucha partidista pasa a primer plano durante las elecciones, un El ataque a un partido o candidato puede parecer un ataque personal más que una discusión sobre cuestiones políticas. no suelen causar polarización, sino que exacerban las divisiones existentes. En lugares donde la polarización ya es alta, esto puede tener graves consecuencias sociales y políticas. Puede ser especialmente problemático en ciudades con poblaciones heterogéneas, donde la atención de los candidatos a las estructuras de poder y la dinámica de grupo puede amplificar las diferencias y el malestar existentes.

Dado que la polarización suele intensificarse por y durante las elecciones -y los estudios han demostrado que una polarización intensa se correlaciona con un grave declive democrático-, las ciudades deben tomar medidas para mejorar la resistencia de sus residentes a la polarización durante todo el ciclo electoral. Éstas pueden incluir iniciativas que refuercen una identidad local compartida y promuevan la cohesión social mediante el diálogo inclusivo y el compromiso cívico.

9. Cultivar un diálogo inclusivo durante todo el ciclo electoral

Las ciudades deben trabajar con todos los partidos políticos relevantes, junto con los líderes comunitarios y las organizaciones de base comunitaria, para fomentar un entorno que favorezca el diálogo inclusivo con todos los residentes de una ciudad, así como conversaciones constructivas entre los partidos políticos y con y entre los residentes de la ciudad a lo largo del ciclo electoral.

Fomentar un diálogo productivo e integrador entre políticos y partidos políticos.

La retórica política de los políticos influye en la polarización del electorado. Esto es cierto en cualquier momento, pero se intensifica durante las elecciones, cuando la gente está expuesta a más retórica, y más divisiva, a medida que los políticos y los partidos se desafían mutuamente. Gran parte de esta retórica procederá de los candidatos en las contiendas nacionales, pero si se potencia el diálogo productivo entre los políticos locales y se reduce la retórica polarizadora a nivel de ciudad, se puede contribuir a reducir las consecuencias polarizadoras de las elecciones a nivel local.

La Organización Interpartidaria para el Diálogo (IPOD) de Uganda es un ejemplo de ello, ya que facilita el intercambio coherente entre cinco partidos políticos.

El IPOD se creó en 2009 con el apoyo del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidista (NIMD), pero se constituyó como entidad jurídica en 2021, prestando una serie de servicios de apoyo a la buena gobernanza y la inclusión política en toda Uganda para contribuir a garantizar que la democracia respalde la paz y la cohesión social.

Una estrategia consiste en facilitar el diálogo permanente entre los partidos políticos rivales (y sus simpatizantes) a lo largo de las elecciones. Esto puede incluir reuniones periódicas entre los jefes y miembros de los partidos, así como mecanismos de comunicación que permitan la colaboración entre partidos para responder a situaciones potencialmente volátiles y atenuarlas. El ejemplo anterior ofrece algunas orientaciones útiles para las ciudades, especialmente durante las elecciones locales.

Las ciudades deben considerar mecanismos a través de los cuales todos los partidos puedan reunirse para debatir cuestiones políticas apremiantes y prepararse para afrontar los retos relacionados con las elecciones de forma cooperativa. Este esfuerzo demostraría que, aunque los partidos difieran en sus políticas, pueden formar un frente unido en un compromiso por la paz. Siempre que sea posible, las ciudades deberían trabajar con un tercero neutral para organizar y facilitar esta plataforma, a fin de ayudar a garantizar que todas las partes están en pie de igualdad y evitar cualquier percepción de parcialidad o favoritismo. Otra estrategia consiste en centrarse en mejorar los intercambios públicos entre las partes para promover un diálogo político más productivo e integrador.

Reconociendo la importancia del diálogo intrapartidista e interpartidista para reducir la polarización y promover la democracia, el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) colaboró con el NIMD para elaborar el Módulo de Formación en Habilidades para el Diálogo Interpartidista. El módulo se aplicó por primera vez en Zimbabue en 2018 para reunir a los líderes de los gobiernos locales con el fin de ayudar a prevenir la violencia electoral. Forma a los políticos para que dialoguen entre sí y con el público. El programa se adaptó posteriormente y se impartió a jóvenes políticos de Malawi y Zimbabue.

La formación también animó a los políticos a comprometerse con una mayor parte de la ciudad, no sólo con los fervientes partidarios de su propio partido. Siguiendo este ejemplo, las ciudades deberían considerar las oportunidades de trabajar con todos los partidos políticos para mejorar el diálogo interpartidista y hacer que el compromiso con los residentes de una ciudad sea más inclusivo.

Crear un diálogo más inclusivo con los residentes de una ciudad. Como ya se ha señalado, la retórica política polarizadora suele enfrentar a partidarios de distintos partidos en una contienda que intensifica el pensamiento nosotros contra ellos y fragmenta la cohesión social. Estas divisiones han trascendido la política en muchos lugares para convertirse en parte de la identidad social, potenciando el efecto polarizador. Además, cuando los ciudadanos se sienten excluidos o no representados en el discurso político dominante, pueden ser más vulnerables a los movimientos marginales e incluso extremistas, lo que perjudica aún más la cohesión social. Para ayudar a evitarlo, las ciudades deben identificar formas de promover el diálogo inclusivo con todos los segmentos de la población durante el periodo electoral, para ayudarles a conectar más positivamente con la política local y con sus conciudadanos, independientemente de su afiliación política. Esto podría incluir

Una ciudad debe adoptar un enfoque que abarque a toda la sociedad a la hora de abordar este reto. Trabajando con diversos actores para planificar y llevar a cabo diferentes actividades e iniciativas, el gobierno local puede ayudar a garantizar la aceptación de las respuestas por parte de diferentes segmentos de la población de la ciudad. También puede hacer que los esfuerzos sean más eficaces a la hora de abordar las necesidades y preocupaciones de los diversos grupos y tener en cuenta las diferentes barreras a la participación. Para ser verdaderamente integradores, estos esfuerzos deben tener en cuenta las barreras lingüísticas y de accesibilidad para que todos puedan participar.

Aunque muchas estrategias de diálogo se centran en el periodo preelectoral, cuando la campaña expone al electorado a una retórica potencialmente polarizadora, un diálogo integrador también es importante después de las elecciones, como parte de la transición de poder. Esto es especialmente importante tras unas elecciones muy reñidas. Los funcionarios locales recién elegidos pueden ayudar a reconstruir la cohesión social tras una contienda acalorada entablando relaciones con distintos grupos y poniéndose a disposición de todos los residentes, independientemente de su partido político, para conocerlos y debatir sus preocupaciones.

10. Promover el compromiso cívico

Las elecciones exacerban las fuertes identidades políticas que impulsan la polarización social, a menudo por encima de las diferencias sobre cuestiones concretas. Para ayudar a combatirlo, los gobiernos locales pueden centrarse en crear el sentimiento de identidad compartida que conlleva compartir una ciudad y reforzar el capital social que une a las distintas comunidades.

El capital social Se refiere a los beneficios derivados de las interacciones y relaciones entre los miembros de una sociedad que permiten que ésta funcione. Es un ingrediente fundamental para que una democracia funcione y puede verse erosionado por la polarización.

Organizar actos que atraigan a distintas comunidades y actividades de compromiso cívico, como el servicio comunitario, el voluntariado y la participación en organizaciones locales, puede ayudar a crear capital social, engendrar un sentimiento de pertenencia a la comunidad y mitigar la polarización.

El compromiso cívico también puede ayudar a combatir la polarización social durante los tensos periodos electorales, fomentando un sentido de pertenencia que trascienda la política y alentando la resolución colaborativa de problemas dirigida por la comunidad. Las ciudades deben considerar formas de capacitar a las comunidades para abordar los problemas locales de forma colectiva. Esto podría incluir foros comunitarios para identificar prioridades compartidas y una pequeña asignación de fondos para soluciones dirigidas por la comunidad. Cuando los individuos trabajan juntos para identificar y resolver problemas comunes, desarrollan un sentido de agencia y propiedad. Este propósito compartido puede salvar divisiones ideológicas y fomentar un espíritu de colaboración. Además, centrarse en problemas y soluciones concretos dentro de las comunidades brinda la oportunidad de alejar la conversación de las diferencias ideológicas o de otro tipo y acercarla a la resolución práctica y colaborativa de problemas.

Los gobiernos locales deben tener cuidado de evitar la politización, que podría impedir la participación de algunos grupos o socavar el mensaje de la comunidad por encima de la política. Esto es especialmente difícil si hay elecciones locales o si los partidos que compiten a nivel nacional tienen vínculos con el gobierno local o están representados a nivel local (por ejemplo, el alcalde y/o los miembros del ayuntamiento). Para evitarlo, las ciudades deben trabajar con todos los partidos políticos relevantes para presentar los esfuerzos como no partidistas, o asociarse con un tercero neutral que ayude a garantizar que las actividades no tienen vínculos u objetivos políticos directos (percibidos o no).

Las elecciones son momentos críticos para el presente y el futuro de un país. Las elecciones nacionales dan forma a la política interior y exterior de un país, mientras que las locales pueden ofrecer a los ciudadanos la oportunidad de influir en las políticas y prácticas que rigen su vida cotidiana. Cuando se administran adecuadamente, unas elecciones pueden fortalecer los valores democráticos y reforzar la resistencia a la violencia. Sin embargo, como se ha visto en todas las regiones del mundo, también presentan momentos precarios que pueden amenazar con violencia y trastornos. dividir las ciudades y erosionar el carácter democrático de un país.

La capacidad de celebrar elecciones libres y justas se enfrenta a varias amenazas, como la información engañosa, la violencia y la polarización. Aunque las ciudades rara vez tienen un papel que desempeñar en la supervisión de las elecciones, como en tantos otros ámbitos, los alcaldes y los gobiernos locales que dirigen están en primera línea cuando se manifiesta la violencia durante la campaña o cuando se anuncian los resultados. Por ello, estos actores locales deben tomar medidas para mantener la cohesión social y mitigar el riesgo de violencia en y entre las comunidades a las que representan y, más ampliamente, apoyar unas elecciones libres y justas.

Por tanto, Ciudades Fuertes anima a los alcaldes y a los gobiernos locales a dedicar tiempo a comprender las amenazas relacionadas con las elecciones a las que se enfrenta su ciudad, a trabajar en todos los sectores y niveles para establecer un plan y a hacer lo posible para garantizar que la próxima vez que sus residentes tengan la oportunidad de participar en unas elecciones sea una experiencia positiva y pacífica y que evite dividir (aún más) su ciudad.

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