arrow-circle arrow-down-basicarrow-down arrow-left-small arrow-left arrow-right-small arrow-right arrow-up arrow closefacebooklinkedinsearch twittervideo-icon

Reforzar las asociaciones, programas y políticas locales en materia de prevención Londres

Fecha de publicación:
29/03/2022
Tipo de contenido:
Comparte:

— 18 minutos tiempo de lectura

VISIÓN GENERAL

Como parte de sus esfuerzos en curso para promover enfoques más dirigidos a nivel local para la prevención del extremismo, el odio y la polarización que aprovechen las ventajas comparativas de las ciudades y otras autoridades locales en particular, la Red de Ciudades Fuertes (SCN), en colaboración con el Alcalde de Londres y con el apoyo de la Oficina de Asuntos Exteriores, de la Commonwealth y de Desarrollo del Reino Unido (FCDO), organizó un taller de dos días en Londres sobre «Fortalecimiento de las Asociaciones, Programas y Políticas Locales de Prevención». El taller reunió a 50 representantes de los gobiernos locales y centrales y de la sociedad civil de Francia, Alemania, Suecia y Reino Unido para compartir experiencias e intercambiar buenas prácticas y retos en el desarrollo y puesta en marcha de un enfoque «ascendente» de la prevención. Entre los temas abordados se incluyeron la necesidad de que los municipios, la sociedad civil y el gobierno central desempeñen funciones claras para optimizar los esfuerzos de prevención a nivel local; los obstáculos a la coordinación y colaboración efectivas entre los distintos niveles de actores y las formas de superarlos; los distintos enfoques para desarrollar y aplicar marcos de prevención multiactores dirigidos por las ciudades; los ingredientes clave para crear y mantener programas de prevención dirigidos a nivel local; y las ventajas de supervisar y evaluar (M&E) y de compartir los aprendizajes sobre los esfuerzos locales de prevención.

A continuación se exponen los principales resultados de los debates, que se desarrollaron bajo la Regla de Chatham House, así como una serie de próximos pasos propuestos para los participantes en el taller, el SCN y el ámbito más amplio de la prevención de la violencia motivada por el odio y el extremismo. Las opiniones expresadas en este documento se basan únicamente en los debates del taller y no representan necesariamente al SCN, al FCDO, al alcalde de Londres ni a los miembros del SCN.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

1. La política y la programación locales de prevención deben reflejar el panorama de amenazas cada vez más hibridizado al que se enfrentan las ciudades.

Los participantes señalaron cómo en los últimos años se ha producido una transformación del ecosistema extremista. Los movimientos extremistas violentos y los grupos de odio han permutado de grupos dispares y centralizados a grandes redes desestructuradas e interconectadas que cruzan las fronteras nacionales. Se señaló cómo esto se ha visto facilitado por los medios sociales, especialmente las plataformas marginales, que brindan una oportunidad a los extremistas violentos y otros actores malintencionados de crear ecosistemas totalmente alternativos que son difíciles de controlar, y de aprovechar momentos de crisis como la pandemia del COVID-19 para difundir sus mensajes y radicalizar a nuevos individuos hacia la violencia. Los participantes destacaron cómo las líneas entre movimientos dispares también se han difuminado, creando un mayor potencial para que los individuos se muevan entre movimientos y contextos geográficos. Se describió esta amenaza hibridada y posorganizativa como un nuevo reto para los responsables políticos y los profesionales, que requiere una reevaluación de si los marcos de prevención existentes, normalmente aislados, son adecuados para abordar las amenazas interrelacionadas.

Es importante señalar que las amenazas siguen teniendo raíces locales, ya que los extremistas violentos y otros actores nocivos explotan los agravios políticos, sociales y económicos para reclutar y sembrar la división a nivel local. Se subrayó que el impacto de las cuestiones híbridas de odio, extremismo, desinformación y conspiración es más palpable a nivel local: ya se trate del repunte de los delitos de odio contra los asiáticos que siguió a la difusión de la desinformación relacionada con el COVID, o de la movilización antivacunas y antibloqueo, son las ciudades y otras autoridades locales las que se enfrentan a la peor respuesta. Con los esfuerzos locales más relevantes que nunca, los participantes subrayaron que la política y los programas locales deben reflejar tanto la naturaleza transnacional e híbrida del panorama de amenazas, como la forma en que se manifiesta localmente. Por tanto, las ciudades deben comprender las tendencias mundiales, transnacionales y nacionales y haber trazado un mapa de la amenaza a nivel local, incluidos los factores de riesgo específicos del contexto que alimentan la violencia motivada por el odio y el extremismo y la polarización en sus comunidades. Al mismo tiempo, los participantes subrayaron cómo los programas locales deben emplear un enfoque de «toda la sociedad» que reconozca que los factores que impulsan a los individuos hacia la violencia motivada por el extremismo y el odio pueden ser similares a los que conducen a otros tipos de daños, y que los esfuerzos dirigidos localmente para abordar este tipo de violencia deben formar parte de una estrategia local más amplia de salvaguarda o prevención de la violencia.


2. Las organizaciones de base están bien situadas y deben recibir apoyo para contribuir al trabajo de prevención local, e incluso dirigirlo, en colaboración con el gobierno local.

Las ciudades no son los únicos agentes locales que desempeñan un papel vital en el fomento de la resiliencia y la prevención de la violencia motivada por el odio y el extremismo. Los participantes coincidieron en que las organizaciones de base de la sociedad civil (OSC) son un socio esencial en la prevención local, dado que tienen acceso directo a las comunidades locales y credibilidad ante ellas, especialmente las que se sienten marginadas o excluidas de otro modo del resto de la población local. Así pues, las OSC pueden ayudar a las ciudades y a otras autoridades locales a acceder a esas comunidades, y pueden servir como importantes creadoras de confianza entre esas comunidades y el gobierno local.

Además, los participantes subrayaron cómo el apoyo a las OSC locales debería ir más allá de las organizaciones bien establecidas y dirigirse a las organizaciones de base más pequeñas que pueden no tener la presencia pública de sus homólogas más grandes, pero que cuentan con las redes locales dinámicas, las capacidades y la credibilidad necesarias para diseñar y ofrecer una programación hiperlocal impactante y de la que pueden carecer las organizaciones más establecidas. Por último, más allá de proporcionar financiación para apoyar y sostener los esfuerzos de prevención dirigidos por las OSC, los gobiernos centrales y locales deberían invertir en el desarrollo institucional de estas OSC, lo que puede incluir proporcionar o abastecerse de formación en habilidades técnicas, incluidas las de seguimiento y evaluación (véase la Conclusión clave 5), gestión de proyectos y otras capacidades básicas que profesionalizarán sus programas. Sin embargo, esto debe hacerse con cuidado, para evitar una asociación demasiado estrecha con las autoridades locales, que podría socavar inadvertidamente la credibilidad de las OSC de base ante las comunidades locales, especialmente las históricamente marginadas y otras en las que ya existe una falta de confianza en el gobierno y la policía.

3. El sector privado, incluidos los sectores de la tecnología y los medios de comunicación, sigue siendo un recurso desaprovechado en la prevención local

Iniciativas como la aplicación IREPORTIT del alcalde de Londres demuestran los resultados tangibles de las asociaciones público-privadas para la prevención. La aplicación móvil y web se creó en colaboración entre el sector tecnológico londinense y el alcalde de Londres, aprovechando la experiencia en ingeniería digital del primero y la comprensión de las necesidades locales de prevención del segundo para construir una plataforma fácil de usar a través de la cual los londinenses puedan denunciar contenidos nocivos directamente a las autoridades competentes.

Los participantes también señalaron la importancia y el beneficio de que las OSC y las autoridades locales se asocien con empresas de medios de comunicación locales y nacionales. Se hizo hincapié en cómo estas partes interesadas locales pueden servir de importantes asesores sobre representación responsable e inclusividad en los medios de comunicación locales y nacionales, aprovechando su acceso a las comunidades marginadas y de otro modo infrarrepresentadas para informar a las empresas de medios de comunicación locales y nacionales sobre a) el perjuicio que conlleva la tergiversación, y b) cómo representar de forma precisa e inclusiva a las distintas comunidades.

A pesar de ejemplos como éstos, que señalan las ventajas de la inversión del sector privado en la prevención local, el sector sigue sin implicarse en gran medida. De hecho, los participantes señalaron lo difícil que es implicar de forma significativa al sector privado en la prevención, por no hablar de garantizar su apoyo a los esfuerzos relacionados. Algunos señalaron que esto puede deberse a la naturaleza históricamente excesivamente securitizada de los esfuerzos para prevenir y contrarrestar el extremismo violento, y que el sector privado puede sentirse reticente a asociarse con un conjunto de cuestiones que tradicionalmente se han enmarcado en el contexto de la seguridad nacional. Esto apunta a una cuestión más amplia en torno al encuadre, que los participantes plantearon a lo largo del taller. Subrayaron la importancia de ser sensibles al modo en que se enmarcan las cuestiones y a las etiquetas que se utilizan, para mitigar los riesgos de alienar, aislar o estigmatizar a las propias partes interesadas locales cuya participación en su programa es fundamental para su éxito. Sin embargo, esto debe hacerse de forma que se mantenga fiel a los objetivos finales y al cometido del programa.

4. El campo de la prevención se beneficiaría de una mayor colaboración y coordinación nacional-local y local-local

Para fomentar un enfoque verdaderamente «de toda la sociedad», impulsado por las necesidades y prioridades de las autoridades locales y las OSC, los participantes en el taller destacaron la importancia de mejorar la coordinación, la comunicación y la colaboración en materia de programación y política de prevención entre todos los actores relevantes de un país. Sin embargo, algunos expresaron su preocupación por el hecho de que el intercambio de información y los canales de comunicación existentes entre instituciones y organizaciones (gobiernos nacionales – locales; autoridades locales – sociedad civil) son inexistentes o ineficaces. Se subrayó que un marco nacional global de prevención es insuficiente por sí solo. Traducirlo en acción local requiere la participación de las autoridades locales, a las que debería invitarse a contribuir al desarrollo de un marco de este tipo para garantizar que es relevante para las necesidades y prioridades de las distintas partes del país.

Los participantes destacaron que esta desconexión persistente entre los marcos nacionales de prevención y la aplicación local se debe en parte a la falta de oportunidades para que las autoridades locales y las OSC contribuyan al desarrollo de dichos marcos. Este es el caso también a nivel mundial, ya que las voces de las autoridades locales siguen estando ausentes con demasiada frecuencia en los foros mundiales y en el establecimiento de la agenda sobre prevención. Los gobiernos centrales pueden desempeñar un papel vital a la hora de poner esas voces sobre la mesa, y de colaborar con los actores locales para garantizar que los marcos nacionales se aplican localmente y son informados por quienes tienen acceso directo a las comunidades más afectadas por el odio, el extremismo, la desinformación y otros problemas relacionados.

Además de la necesidad de reforzar la «cooperación vertical» en materia de prevención dentro de un país, los participantes destacaron la importancia de mejorar la «cooperación horizontal» en materia de prevención, ya sea dentro de un mismo país (por ejemplo, para facilitar un mayor intercambio y aprendizaje entre ciudades dentro de un mismo país) o, con este taller de Londres como ejemplo útil, entre las partes interesadas de distintos países (por ejemplo, para permitir un mayor intercambio de experiencias y oportunidades de creación de asociaciones).

En cuanto a la cooperación horizontal a nivel local, los participantes señalaron los silos que pueden existir y que las autoridades locales pueden desempeñar un importante papel de coordinación para conectar a los proveedores de servicios entre sí, y mitigar los riesgos de una prestación de servicios redundante en lugar de complementaria.

5. Aunque se han producido algunos avances en el seguimiento y evaluación del trabajo de prevención, éste sigue siendo incoherente y, con demasiada frecuencia, inaccesible, y las oportunidades de aprendizaje cruzado son escasas y distantes entre sí.

El campo de la V+E relacionada con la prevención es incipiente y complejo, y los financiadores quieren asegurarse de que los esfuerzos de prevención que apoyan se basan en la comprensión de lo que funciona y lo que no. Aunque se han producido algunos avances en este ámbito a través, por ejemplo, del Proyecto de Prevención del Royal United Service Institute, que disipó muchos de los «supuestos» en los que se ha basado el campo de la prevención, aún queda mucho trabajo por hacer.

Los participantes destacaron que el reto proviene en parte del reducido número de programas de prevención dirigidos a nivel local que se han evaluado adecuadamente y del número aún menor de evaluaciones accesibles a la comunidad más amplia de investigadores, diseñadores de programas y profesionales de la prevención. Además, los participantes mencionaron la falta de recursos y de capacidad técnica interna de seguimiento y evaluación. Esto ocurre sobre todo entre las OSC, especialmente las organizaciones hiperlocales, que reciben financiación para proyectos a corto plazo y restringida, que normalmente no incluye presupuesto para mejorar las capacidades organizativas para supervisar y evaluar el proyecto con eficacia. Esto puede dejar a las OSC en un ciclo difícil, en el que se espera cada vez más de ellas (por ejemplo, por parte de la comunidad de donantes y/o socios potenciales) que proporcionen datos sobre el impacto, pero no hay recursos que les ayuden a hacerlo. Sin embargo, los participantes subrayaron que los gobiernos locales y centrales, así como el sector privado, pueden ayudar a romper este ciclo, ya sea incluyendo fondos para actividades de desarrollo de capacidades de S&E como parte del presupuesto más amplio del proyecto, poniendo en contacto a las OSC y otros actores locales con expertos en S&E o financiando directamente la formación en S&E de los diseñadores y ejecutores del programa. Además, aunque mejorar el seguimiento y la evaluación sobre el terreno es un primer paso importante, los participantes señalaron que es igualmente importante garantizar que los demás puedan acceder a las enseñanzas extraídas del seguimiento y la evaluación.

Los participantes estuvieron de acuerdo en que, como mínimo, los financiadores deberían insistir en que los ejecutores de los programas publiquen sus evaluaciones para fomentar una cultura de responsabilidad y facilitar el aprendizaje sobre lo que funciona frente a lo que puede ser contraproducente para prevenir y contrarrestar el odio y el extremismo. Los participantes también observaron que, a pesar del aumento de la demanda de seguimiento y evaluación y del reconocimiento de su importancia, todavía no existe un centro de recursos pertinentes al que puedan acudir quienes estén interesados en ser más inteligentes en este campo.

PRÓXIMOS PASOS

Durante el taller y al margen del mismo, los participantes debatieron los posibles pasos siguientes para aprovechar el impulso del taller. A continuación se detallan algunos de estos pasos:

1. Basándose en la colaboración con el alcalde de Londres y con el fin de mantener el intercambio de prácticas y experiencias locales, el SCN debería asociarse con otra ciudad de uno de los países representados para convocar un debate de seguimiento sobre algunos de los temas clave identificados en el taller de Londres. También sería una oportunidad para incluir en los debates a otras autoridades locales y asociaciones relevantes centradas en las ciudades de cada país. Además, los participantes en el taller declararon que el acto de Londres les había parecido un foro útil para volver a establecer contactos significativos con sus homólogos de otros países, tras dos años de comunicaciones a distancia como consecuencia de la pandemia COVID-19. Reunirse en persona para debatir cuestiones urgentes y compartir experiencias con respuesta permite a) Mejor interconexión, b) oportunidades para debatir orgánicamente cuestiones de interés común y posibles ámbitos de colaboración, y c) un debate más interactivo e informal que el que permiten los foros virtuales.

2. Los gobiernos centrales y locales deben aprovechar las orientaciones existentes sobre buenas prácticas para mejorar la coordinación nacional-local. Existen varios recursos completos para ayudar a las ciudades y a los gobiernos centrales a mejorar su cooperación, coordinación y comunicación. Esto incluye, por ejemplo, las orientaciones de la Red de Concienciación sobre la Radicalización (RAN) para los Centros Nacionales de Apoyo a los Agentes Locales, que describen los beneficios claros y tangibles de la coordinación nacional-local, y las Buenas Prácticas del Foro Global contra el Terrorismo (GCTF) sobre el Refuerzo de la Cooperación Nacional-Local. El SCN, que ha apoyado el desarrollo de las Buenas Prácticas del GCTF, también pondrá en marcha un grupo de trabajo de «cooperación nacional-local» para apoyar la aplicación de estas buenas prácticas, dirigida por las ciudades y adaptada a ellas, en distintos países y regiones. Además, la mejora de la cooperación nacional-local podría constituir un elemento central del taller de seguimiento mencionado en el punto 1.

3. Los gobiernos y la sociedad civil deben intensificar sus esfuerzos para implicar al sector privado en la prevención. Aunque resulte difícil, deben persistir los esfuerzos para conseguir que el sector privado invierta en asociaciones público-privadas en materia de prevención. Para apoyar a los gobiernos y a otros actores, el SCN podría implicar a sus miembros de todo el mundo en la identificación de estudios de casos, la identificación de las lecciones aprendidas y la formulación de buenas prácticas para las asociaciones público-privadas para la prevención dirigida a nivel local. Esto puede hacerse en colaboración, por ejemplo, con el Fondo Mundial para el Compromiso y la Resiliencia de las Comunidades (GCERF), los grupos de trabajo pertinentes de la RAN y/o el GCTF.

4. A partir de las contribuciones de los participantes en los talleres, el SCN debería crear un repositorio de recursos para el seguimiento y la evaluación que incluya formación práctica y evaluaciones existentes del trabajo de prevención dirigido a nivel local. Se trata de un primer paso importante y práctico para abordar la escasez de recursos de seguimiento y evaluación de que disponen los agentes locales y nacionales de la prevención, y permitiría a las ciudades mostrar sus esfuerzos de prevención y compartir buenas prácticas y aprendizajes de forma sostenida y accesible.

RECURSOS

Los participantes en el taller recomendaron los siguientes recursos como seguimiento útil de los debates mantenidos a lo largo de los dos días del taller.

General:

Cooperación nacional-local:

Herramientas, plantillas y guías:

Otros:

Iniciativas específicas: